Ganadores y perdedores de la batalla empresarial por el liderazgo en la CEOE
Pese al tono conciliador de Antonio Garamendi, presidente de la CEOE otros cuatro años más tras ganar las elecciones de noviembre, una lectura más detenida de la composición de su equipo directivo, anunciado este miércoles, desvela que la batalla electoral planteada por los críticos al líder de los empresarios ha tenido consecuencias. Y consecuencias importantes. La cabeza visible de los rebeldes, Josep Sánchez Llibre, de Foment del Treball (Cataluña), ha mantenido a última hora una de las vicepresidencias de CEOE pero no tendrá ninguna responsabilidad interna.
Sánchez Llibre, que impulsó a la candidata Virginia Guinda para la contienda electoral -puso en duda el sueldo y las dietas de Garamendi-, será el único vicepresidente que no tenga ninguna competencia. En la anterior etapa fue responsable de la Comisión de Relaciones con las Cortes, cargo del que ha sido desprendido por Garamendi para dárselo a Salvador Navarro, de Valencia, uno de sus apoyos en las elecciones.
Pero no sólo eso. Además, el responsable de la otra gran patronal territorial, Ceim (Madrid), Miguel Garrido, ha sido elevado a vicepresidente primero, cargo que ya tuvo Arturo Fernández con Joan Rosell, lo que supone otro varapalo para Sánchez Llibre. La vicepresidencia de Garrido servirá para que sea él quién le sustituya si Garamendi no está. Además, Garrido contrapone una imagen más dura contra el Gobierno que la del vasco.
En la práctica, el ascenso a Garrido supone apartar aún más a Sánchez Llibre y a otro de los perdedores de la contienda electoral: Gerardo Cuerva, presidente de Cepyme. En la cúpula de la CEOE son conocedores de algunos movimientos de Cuerva antes de las elecciones que no han gustado, como ‘vender’ públicamente que Cepyme era más crítica con las decisiones del Gobierno que la propia CEOE. No hay que olvidar que ese argumento es uno de los que más se ha utilizado desde la negociación de la reforma laboral por los críticos con el vasco.
Gerardo Pérez, Lorenzo Amor
Sánchez Llibre y Cuerva, por tanto, perdedores. Junto a ellos, Gerardo Pérez, responsable de Faconauto, que apoyó a Guinda y fue públicamente crítico con Garamendi. Pérez no estará en el comité ni tendrá ninguna competencia interna después de anunciar que estaba barajando presentarse a las elecciones contra el empresario vasco. Sí estará en el comité Pedro Barato, de Asaja, pero con menos competencias que en la anterior etapa.
Por último, entre los ganadores hay que situar también a Lorenzo Amor, presidente de ATA. Amor mantiene su vicepresidencia y además será presidente de una comisión, de Fomento del Espíritu Empresarial, de nueva creación, y acompañará a Pilar González de Frutos en la de Régimen Interno, que se encarga del funcionamiento interno de la patronal.
Temas:
- Antonio Garamendi
- CEOE